domingo, 16 de noviembre de 2008

sueño de una tarde de verano

Te vi en la disquería, mientras escuchabas un disco de Bod Dylan y yo...yo no recuerdo lo que escuchaba, sólo me acuerdo de ti.
Después conversabas en el mesón con el tipo que nos atendía y yo (inmediatamente) me acerqué a preguntar por un disco de Spinetta; no creo que me hayas visto. Que lastima, tenía que irme.
Y, entonces, mientras caminaba, comienzo a imaginar que hubiera pasado si te digo: "flaco, que lindo sería poder sentir tus besos aquí en mi alma". Y si te hubiera seguido seguro habrías entrado en alguna tienda de instrumentos musicales, te habrías visto superlindo probando todas esas cosas, y yo petrificada en la vitrina. Y si te hubiera seguido te habrías ido a encontrar con tu novia asiática que canta todas esas canciones raras que cantan tus amigos y yo, como un fantasma, en el otro lado de la calle. Y si te hubiera hablado: -"ese es un buen disco, pero a mi me gustan más los de los ochentas"-"a mi no"-, me habrías dicho cortando toda conversación. Es que era tan obvio, te esperaba en quince minutos más tu novia de origen japonés.
Oh flaco!...quizás en otra vida.

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