Yo te pienso aquí, desde mi escritorio, desde la ventana de nuestra facultad, desde el texto de Cortázar que leo. Te pienso abrazándome...puro aire que roza por mi brazo. Te pienso triste, contándome que sufres por la niña que estudia teatro, que toma pastillas y se corta las muñecas, amándola como yo a ti. Me pienso insegura, estudiando letras, ahogándome en los libros, escribiéndote poesía, sin sedantes ni cuchillos. Te pienso y duele, porque es duro que el miedo llegue a tal punto de no poder decirte lo que siento, es duro cuando el alma se me bifurca por ti.

Estoy tan feliz de haberme dado cuenta que soy mejor persona que tú. Que no te perdí por mi culpa. Que siempre te valoré y te amé más que a nadie y más que nadie. Que no soy mala ni tengo el corazón podrido. Que te respeto a pesar de tu afán por verme mal. Que no soy reemplazable. Que me aferro a la gente porque yo sí quiero de verdad y por eso me cuesta tanto desprenderme. Que siento cada palabra que digo. Que hasta el último te amo que te dije fue real y puro.
Me siento orgullosa de que por fin tus palabras sean puro eco. De que dejé de amarte por el monstruo en el que te convertiste. De entender que de hombre tú no tienes nada. De haber sacado todo lo que me ataba a ti. De no arrepentirme por lo sucia que me sentí la última vez que estuve contigo, porque eso sirvió para darme cuenta de que ya no te amo, porque no puedo amar a alguien que actúa por instinto, que no siente ni razona.
Porque cuando me dijiste que nuestra paradójica relación se había terminado porque nunca valoré los "seudoesfuerzos" que hiciste para mantenerme siempre feliz y que nunca volverías a estar con una persona como yo, pero que aún así me amabas. Ahí me di cuenta que era yo la que no volvería a estar con una persona como tú y que si quisiera te haría mierda la vida y tu reputación. Pero no pretendo hacerlo, porque soy mejor que tú, y eso me basta para quedarme tranquila.

En mis sueños, yo soy la mujer de tus sueños.
Desearía tanto que me amaras, o que fingieras hacerlo.
Que mediocre manera de aferrarme a ti.
No me gusta la mediocridad.
Prefiero ser mala, que ser mediocre.
Pero no me das otra opción.
Tu dispercidad abre la incrucijada.
Y yo te quiero.
Me da miedo no hacer nada, y por el miedo no hago nada.
Y no te tengo.
Mediocre.

Siento tantas cosas y más que nunca siento.

Benedetti

Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
Y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento sólo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo...


mrda.

Desearía que esto fuera un poco más simple. Tan irremediablemente todo eres para mi aún y siempre, que no existe lugar que deje de asemejarse al color de tus ojos. Y muero.

Naturalmente,
ella conoce qué palabras podrían decirse,
pero
no
dice
nada.
Pero no dice nada irremediable.

La funa

Después de todo nos hicimos polvo, nos desgastamos, nos pusimos tontos. Y yo, caprichosamente, te invito a que te acerques, a que contemples lo que ya no es tuyo. Y tú, egoistamente, me invitas a que te bese, a que pruebe el sabor de lo que no me pertenece. Después de todo, no eramos invencibles. Nos destruyeron, mientras nos reíamos de la gente y no nos avisaron.