martes, 29 de diciembre de 2009

perro amor


Tus amores perros me van a matar, sin haberme dado siquiera un poco de felicidad!
¿Te acuerdas de las flores amarillas que me regalabas? Ojalá pudiera hacer que te las tragaras y borrar todo rastro de esta farsa.

sin mariposas

Ahora ya no siento mariposas.
En mi estómago,
no dejaste más que gusanos.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Vomito tus te amo mentirosos,
me excomulgo de la ostia que me dabas,
desprecio la estimulación de tu mano,
me corto las uñas que arañaban,
ignoro tu análisis de mi texo,
me marcho del claustro mendigado,
mi lengua ya no toca más tus poros,
ni tus ojos asquerosos por el llanto.
Ya ella no respira el mar Egeo.
Ya está más muda que piedra rodada.
Ya no hace el bien ni el mal.
Está sin obras.
Ni me nombra ni me ama ni me odia.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Somos la comida en la olla a medio gas en la cosina en la casa en el pasaje en la ciudad, pretendiendo sentimientos que se fingen por comer.
Sigo preguntándome ¿qué parte de mi le había hecho tanto mal? en fin.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Enamorarse. Reír hasta que duela. Los amigos. Un Helado. Escuchar la lluvia. El mar. La montaña. Nadie en frente tuyo en el metro. Dar una vuelta en auto. Llorar. Rascarse los ojos. Bostezar. Morderse los labios. Masajearse la cabeza. Andar a pies descalzos. Cerrar los ojos. Hacer el amor. Lavarse la cara. Descansar. Fumar un cigarro. La nostalgia. El olor a primavera. El sol. La noche. Tener un sueño bonito. El amanecer. Ganarle a la adversidad. El triunfo después del esfuerzo. Despertar y ver que aún quedan horas por dormir. Leer tú libro. Escuchar que aún piensas en mi. Una llamada a media noche. Un te quiero inesperado. La ilusión. Superarse.

martes, 8 de diciembre de 2009

Estimado:

Somos lo que no seremos más. Somos del sueño sublime, etc.
Lo que pido, estimado, es que no se repita. Lo que pido es volver a no sentirme ahogada sin ti. ¡Oh estimado! espero lo entiendas y dejes de merodearme sin motivo, hiriéndome lentamente hasta convocar todas las ganas de no existir más.
Déjame intentarlo, concedeme el dejar de amarte inconmesurablemente como te hube amado, estimado.
La misiva te convoca a cada momento, sin embargo, lo que pretendo es desligarme de tu nombre, de tu huella digital, espero no confundas el motivo al cual apelo. Mis disculpas estimado, si es que acaso te ofendí, pero nunca precisé de tu olvido más que ahora y te pido consideración y te pido que te alejes y te pido...
Estimado, llegó la hora. Hasta nunca estimado, hasta nunca.