domingo, 24 de enero de 2010

Te anhelo
como la exiliada
a su patria,
así de herida
te anhelo.
Como viento
fronterizo
que espera
tibio
a la mar.
Yo te dije que te amaba desde que te esperaba afuera del colegio de monjas, donde me pasabas a buscar. Te acompañé cuando llorabas y lloré contigo, te dí mi vida, mis horas, mis miedos, mis caminos. Tú decías "aquí" y yo estaba. Mas, cuando te pedí que me salvaras, tu ya no estabas conmigo.

sábado, 23 de enero de 2010

La ansiedad de una postal
a pesar del anonimato,
algún indicio
que pueda leer entre líneas.
No miento
cuando digo
es que es lo que más deseo
en este momento.

viernes, 22 de enero de 2010

jueves, 21 de enero de 2010

(Que no se acabe, por favor)

A mi me gustaba que el teatro fuera gratis y en lugares abiertos. Sentía que era todo más lindo, sincero y popular.

martes, 19 de enero de 2010

Ya no espero que vengas con la flor
que cortabas del jadrín de la señora
que tenía bonitas flores.
Tampoco espero que te acuerdes
de llevar el jabón
con el que nunca nos bañamos
después de amarnos
en esas habitaciones remuneradas.
Menos espero que vengas a decirme
que seré la única
que nos equivocamos.
En definitiva,
más allá del bien y del mal
ya no espero nada de ti,
ni siquiera a ti.
Una parte de mi cuerpo
te rechaza.
Pero no te preocupes, el resto espera gustoso por ti.

lunes, 18 de enero de 2010

Dejo el insomnio narrativo por pastillas para dormir
Dejo los poemas de Benedetti por historias policiales
Dejo las pastillas anticonceptivas por el celibato
Dejo tus besos por los de él
Dejo el amarillo por el multicolor
Dejo el aroma a flor por el de frutas
Dejo las zapatillas por el taco alto
Dejo el cigarro por el cepillo de dientes
Dejo el viaje sin destino por un motel
Dejo las salidas al teatro por la televisión
Dejo las mentitas por los besos desnudos.
Dejo la democracia por mi flojera
Quizás me estoy equivocando.
Ayer me quedé dormida a las 6:15 de la mañana.
No podía dormir porque al lado mio había un cabro chico
que me pegaba patadas y combos,
también de vez en cuando se caía de la cama.
Mientras tanto, yo escribía textos en mi memoria narrativa
que pretendían ser traspasados a papel en un futuro despertar.
Cuando me dormí y desperté
para cumplir la tarea requerida en el insomnio
los textos, esos ingratos...
ya me habían abandonado.

domingo, 17 de enero de 2010

jueves, 14 de enero de 2010

Tu sonrisa es tan llorona que ya nadie te la cree
(y todos sienten pena por tu sonrisa en llanto)
la que se vuelve paupérrima en vez de alegre
la que se llena de gritos y no de cantos.
La muestras sin que reluzca lo lagrimado
pegándole puñaladas que no le duelen
porque hoy no quieres la sonrisa de quebranto
porque aunque la mates ya no se muere.
Tu sonrisa es tan llorona que ya nadie te la cree
(y todos sienten pena por tu sonrisa en llanto)

viernes, 8 de enero de 2010

Yo te habría escrito
cien mil versos y más
si tu dispersidad
no te alejara
y me quisieras para siempre,
no por temporadas.

De sobra sabes
que eres el único
capaz de sacarlo de mi corazón
y quedarte para siempre
tú.

jueves, 7 de enero de 2010

Te informo que ya no conozco
sólo 3 tiempos verbales
ahora sé de 18
así que tenemos
para rato y suposiciones.

miércoles, 6 de enero de 2010

No creo en el dios que me impusieron en el colegio de monjas, ni en la caridad de estas. Tampoco creo que en el dicho popular, ni en los escritos de los baños, ni en refranes perfectos, ni en el centro, menos en la verdad absoluta. Dejé atrás el estructuralismo, el marxismo, el modernismo, el postmodernismo, pin up, arte pop. No creo en la delincuencia, ni en la izquierda ni en la derecha, menos en la educación chilena o en el gobierno de !ce hache i! No creo en la consecuencia, ni en el azul del cielo, ni en la vida privada. No creo en la muerte de la princesa ni del rey ni en los abogados. No creo en el feminismo ni en el machismo o el masoquismo. No creo en la casa de barbies, ni en su auto ni en su ken. No creo sin cuestionamientos, no creo en los héroes del pueblo ni en lo que dicen hacer.

martes, 5 de enero de 2010

A que punto llegará el olvido
que ya no recuerdo tus glorias,
ni tu voz adivino. ¿?

lunes, 4 de enero de 2010

Daría cualquier cosa porque se me olvidara tu rut, tu dirección, tu número telefónico, tu voz, la forma encantadora de relacionarte con la gente falsa, las discusiones con tu madre, los arrebatos escandalosos, los golpes, los garabatos, los recuerdos del futuro, el hijo que nunca tuvimos, el hueco que dejaste en mi corazón.
Me gustaría que se me olvidara que te pertenecí tanto tiempo y de todas formas.

sábado, 2 de enero de 2010

Las cosas pasan de una manera tan rara.
Pero estos días he sido enormemente feliz.