sábado, 3 de octubre de 2009

Gritaría, te llamaría de la estación de metro más próxima, irías a mi encuentro, te besaría despiadadamente sin pensar en nada. Te miraría a los ojos, me pondría a llorar, sentiría tanta rabia que seguro te pegaría en la cara y saldría corriendo, sin saber a dónde, pero escaparía.
Cobarde.

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