Tu presencia llega demasiado fuerte y no tengo el tiempo que tenía antes. Cuando ríes te escucho desde aquí y sé que no es por mí. Ahora soy esclava de la vida que dejaste atrás y nada es igual sin ti. Siento una inmensa y agobiante soledad y cero ganas de seguir viviendo.
¿Cuándo fue que tu mano soltó la mía? ¿En qué minuto nos besamos por última vez?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario