viernes, 29 de octubre de 2010

No te cuesta nada, no te cuesta nada.

No te cuesta nada pasar a buscarme en la tarde, salir un ratito y llevarme a la plaza, invitarme un helado, subirnos a los columpios, andar de la mano sin que nadie se de cuenta, hacerme cariño, apretarme, contraerme, asfixiarme, morderme, tocarme, y todo detrás de un arbolito. No te cuesta nada que cuando se haga de noche me vayas a dejar a la micro, o a mi casa, y nos riamos en el camino, mientras nos miramos con los ojos brillositos. No te cuesta nada.

No hay comentarios: